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sábado, 1 de marzo de 2014

Mi norte; mi soporte.

Por las mañanas en las que el primer rayo de sol entra en tu habitación, te da en la cara, te levantas y ves que es verano.
Por los abrazos bien dados, los besos en las tardes de invierno, las caricias en la cara para secarte las lágrimas. Por los 'te quiero' bien dichos, las palabras de suerte y de cariño y todas esas tardes lluviosas, me gusta la lluvia.
Por los días en los que crees que puedes comerte el mundo, las canciones cantadas a susurros, el rock'n'roll a todo volumen en mis oídos. Las tardes de 'Non Servium' y 'Marilyn Manson' o las tardes de 'Marea' y 'Extremoduro'.
Por esas frases que te encantan y tienes necesidad de escribirlas por todas partes, por las camisetas anchas y los pantalones rotos, por las noches de lluvia en las que abro la ventana y entra una especie de aire frío pero a la vez cálido me pone la piel de gallina.
Por los libros que te lees del tirón en dos días y cuando los terminas te sientes hasta vacío, los besos en la tripa que te provocan un escalofrío por todo el cuerpo, las reconciliaciones y los 'te echo de menos', el calor de la toalla y el lado frío de la almohada.
Por ti, por los buenos momentos, por hacerme sentir, cuando estoy contigo, como todo lo anterior a la vez.
Te quiero, te quería y te querré, te querré siempre, a pesar de cualquier problema que tengamos, lo haré siempre, no lo olvides nunca.

*Dedicado a la personita que hace más a meno el día a día, te quiero, treinta.*

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